Fuera del Abismo
Además de su carácter autobiográfico, la obra de Rab Israel MeirLau, Fuera del abismo, nos sitúa en el centro mismo del Holocausto, en la noción cabal de su oscuridad, en la ambivalencia entre su sinsentido y su significado, en el conocimiento de un momento fundamental y fatalmente inolvidable de la historia de nuestra civilización, así como en la comprensión del alma humana, en todos sus aspectos y en el carácter milagroso de la obra de Dios.
Se dice que dos de cada tres judíos que vivían en Europa, durante ese período, fueron asesinados por los nazis. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, habían masacrado a seis millones de judíos, entre los que, más de un millón, eran niños.
Ser niño en las regiones de Europa que no fueron ocupadas por los alemanes durante la guerra —este de la Unión Soviética, Gran Bretaña, Bulgaria y los estados neutrales, como España, Portugal, Suiza y Suecia— significaba una garantía de supervivencia. Pero bajo la ocupación alemana, también sobrevivieron decenas de miles de niños que pudieron esconderse o que resistieron a los tormentos en los campos de concentración, hasta la liberación.