Una Madre Para Todos
Una hija, una madre, una abuela, una amiga… Todo eso y mucho más era la Rabanit Bat-Sheba Kanievsky. Porque era capaz de aconsejar, escuchar y ayudar a las personas como si fuesen parte de su familia. Historias conmovedoras y sorprendentes se cuentan sobre ella y sus actos de bondad si límites.
Vemos en la Rabanit un ejemplo a seguir, un faro que nos indica el camino. No solo por su jesed, sino por su humildad y su modestia a la hora de actuar. También aprendemos cómo ponía a los demás por sobre su propio interés y cómo se ocupó de su familia a pesar de las muchas visitas que recibía a diario.
Un acto de generosidad cambia la vida de quien hace y quien recibe, incluso si se trata de niños como tú. Que Hashem quiera que podamos seguir con esta cadena de jesed que no debe terminar… ¡Anímate a ser parte!